La elección sobre el tipo de intervención dependerá de cada paciente y el estado de su enfermedad ya que pueden existir casos en que el cirujano considere combinar distintas técnicas para conseguir un resultado óptimo.
Aún así, existe el método expansor tisular que consiste en la colocación transitoria de un implante con capacidad para dilatarse al ser llenado paulatinamente con líquido. Esto permite que, a lo largo del tiempo, promovemos la creación de exceso de piel en la zona donde estaba la mama anteriormente. De esta forma, en una segunda intervención, podemos conseguir colocar una prótesis mamaria estándar para recrear la forma del seno original. Pasados unos meses, podemos realizar una tercera intervención con anestesia local para abordar la reconstrucción de la areola y el pezón.
La primera fase quirúrgica dura aproximadamente dos horas. La segunda, momento en el que se implanta la prótesis definitiva, una hora y media.